Cuando la película 2012, basada en las profecías que predicen un gran cataclismo para ese año, sembró el pánico entre el público que fue a verla, la NASA se apresuró a aclararnos que no había nada que temer pues no estaba previsto el choque de ningún asteroide contra la Tierra para ese año.
Sin embargo, la Nasa no dijo toda la verdad pues ya conocían el informe que la misma Agencia había encargado a un grupo de expertos, y que fue publicada en 2009 por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, según el cual en 2012 la Tierra puede sufrir los efectos de una enorme tormenta solar que nos enviaría una bola de plasma ardiente que, al chocar con el campo magnético de nuestro planeta, podría freír en segundos todo nuestro sistema eléctrico: cables, transformadores, satélites, estaciones eléctricas. Las consecuencias serían fatales para una civilización como la nuestra basada en la electricidad: no funcionarían las estaciones de bombeo de agua potable, ni los hospitales, ni las neveras, ni los ordenadores, ¡ni una simple bombilla!
Sólo tenemos constancia en la historia reciente de dos de estos grandes choques de plasma solar con la Tierra: uno en 1859 que quemó las redes del telégrafo de entonces, y la del verano de 2003, que produjo miles de muertos por el excesivo calor producido.
Según un catedrático de física de plasma de la Universidad de Nueva York, “si algo de esto sucediera ahora mismo sus efectos serían diez veces peores que los del huracán Katrina”.
Ahora bien, estaríamos hablando de una simple hipótesis de trabajo puesto que no se puede saber con tanto tiempo de antelación que una cosa de este tipo pueda ocurrir ya que las tormentas solares son impredecibles, y una vez que se producen tardan entre 15 y 45 minutos en llegar a la Tierra. En ese tiempo nuestros satélites podrían avisarnos, ¿pero qué se puede hacer?
Realmente muy poco, a menos que las compañías eléctricas empiecen ya a tomar precauciones tales como acopio de transformadores de repuesto, cables para el tendido masivo, etc...
Lo que está sucediendo en estos momentos en Europa, con la nube volcánica que ha paralizado casi todos los aeropuertos de numerosos países, nos da una idea de lo frágil que es nuestra civilización cuando la Naturaleza se pone en su sitio.
Lo mejor que puede ocurrir es que esta mega-tormenta solar no se produzca, pero vale mas prevenir que curar, como dicen nuestros abuelos.
Otros creen que lo que los mayas querían decir es que la Tierra nos va a dar una buena sacudida para que dejemos de maltratarla y, así, pasar a una era mas tranquila y mas civilizada.
Ya veremos, pero hago hincapie....
Cuando la Nasa advierte de algo, es porque tiene antecedentes de peso por lo que esta advertencia debe ser tomada muy en cuenta. ...
Fuente: http://www.teldeactualidad.com
Si todo eso fuera cierto, de que nos valdrá prevenir. Crees que la civilización está preparada para asumir una catástrofe de esas dimensiones?
ResponderEliminarLo importante es que,los políticos estén preparados para cubrir necesidades imperativas, porque los de a pié sólo podríamos desquiciarnos antes de tiempo pensando en qué nos puede ocurrir.
Date cuenta que la única creencia que no cambia es el sentido de la supervivencia.
Los gobiernos se salvan a ellos mismos....a los demás que nos den....eso es la supervivencia en este planeta...."Tanto tienes, tanto vales"
ResponderEliminarCon esto quiero decir, que lo que ocurra, nos vendrá como un bofeton en la cara..y solo los pudientes se enfrentarán mucho mejor que los demás....como siempre....