El ciclo solar actual comenzó en el 2008 y durará hasta el
2019, es decir que estamos en su mitad. Las tormentas solares se podrían
presentar en este otoño o más probablemente en la primavera del año entrante.
Es tan grande el riesgo que las recomendaciones son almacenar alimentos
enlatados, velas y purificadores de agua, no para días o semanas sino
para meses. Los efectos pudieran ser catastróficos, muchas redes de transmisión
de energía eléctrica se podrían interrumpir alrededor del mundo y esta falta de
energía podría de inmediato producir la falta de agua potable, la falta de
transporte y por supuesto la falta de telecomunicaciones. Un estudio de la Universidad de
Rice afirma que la posibilidad de recibir en la Tierra los efectos de
una mega tormenta solar antes del 2020 son del 12%.
Lo primero en ocurrir sería las explosiones en la corona
solar que se verían a simple vista como nuevas manchas solares, de un tamaño
razonable tardarían unas 10 horas en llegar a la Tierra , pero si fueran de
gran tamaño llegarían en apenas 15 minutos. La primera alarma la transmitiría
el satélite Advanced Composition Explorer lanzado con ese propósito en 1997 y
localizado entre el Sol y la
Tierra y esta señal tardaría en llegar entre 15 a 45
minutos. No habría tiempo ni de apagar los sistemas eléctricos para intentar
protegerlos.
Ojalá todo estos sea solamente una fallida alarma y si no,
confiemos en que la posición ecuatorial de Colombia y sus vecinos, ayude para
no recibir tan directamente los efectos de los estallidos del Sol y de su
poderoso plasma…
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